La organización ucraniana ALGO Esports ha anunciado la rescisión de los contratos con tres de sus jugadores de CS2 — hodix, crickeyyy y Jackast. La razón fueron casos descubiertos de amaño de partidos, trampas y derrotas intencionales en encuentros oficiales. La investigación fue realizada internamente por el club, con una prueba de polígrafo como etapa clave.
Lo que ocurrió en ALGO
Official Statement from ALGO
ALGO Esports announces the termination of contracts with three players: hodix, crickeyyy, Jackast.
The coaching staff raised suspicions regarding dishonest play from the players. As a result, the organization launched an internal investigation, with… pic.twitter.com/H3KnSsKZH7
— ALGO Esports (@ALGO_esports) September 12, 2025
Según la declaración oficial del club, hodix admitió haber participado en prácticas de “322” y lo confirmó durante la prueba de polígrafo. crickeyyy también estuvo implicado en amaños de partidos, utilizando software de terceros, mientras que Jackast no solo hizo trampas y arregló partidos, sino que también bajó deliberadamente su rendimiento para asegurar las derrotas de su equipo.
ALGO recalcó que tales acciones contradicen directamente los principios de transparencia e integridad, y que por lo tanto la única decisión posible fue rescindir los contratos y remitir el caso a la ESIC para un castigo adicional a nivel internacional.
Un problema sistémico en la escena
El amaño de partidos y los esquemas “322” han sido durante mucho tiempo una de las mayores amenazas para la integridad de los esports. Son más comunes en las escenas tier-2 y tier-3, donde los jugadores reciben salarios más bajos y la tentación de dinero rápido es mayor. Sin embargo, cada vez más escándalos involucran también a nombres conocidos, lo que subraya aún más la magnitud del problema.
El uso de polígrafos, investigaciones internas y la cooperación con la ESIC se están convirtiendo en el nuevo estándar para los clubes que buscan proteger su reputación y la disciplina frente al fraude.
El caso somebody y Boros
Esta historia recuerda a un escándalo que sacudió recientemente la escena asiática de CS. El jugador jordano Mohammad “BOROS” Malhas declaró públicamente que el veterano chino Xu “somebody” Haowen, junto con su primo, intentó involucrarlo en amaños de partidos durante un torneo LAN en China.
Tras la negativa de Boros, supuestamente comenzó a recibir amenazas directas contra su seguridad. También mencionó a un pariente de somebody — Frankie, presuntamente vinculado a un sindicato chino de amaño de partidos que controlaba a ATOX y que, según informes, habría proporcionado software a equipos europeos.
Este caso provocó una gran conmoción en la comunidad: algunos aficionados expresaron su apoyo a Boros, mientras que otros pidieron una investigación oficial por parte de la ESIC. El hecho de que la historia implique no solo sobornos, sino también amenazas, pone en riesgo el futuro de toda la escena china de CS.
Reacción de la comunidad
El escándalo de ALGO desató de inmediato intensos debates en las redes sociales. Algunos usuarios argumentaron que el amaño de partidos y las trampas ya son problemas generalizados en CS:
- “El 90% del CS online es trampas y amaños”, escribió el usuario Shyux.
- Otros, como JackEllisVO, cuestionaron los métodos de investigación: “El polígrafo no es una prueba válida, un ritmo cardíaco elevado puede indicar otras cosas.”
- Nuno Sousa fue breve: “La mentira tiene las patas cortas”, recalcando que estas acciones tarde o temprano salen a la luz.
- Algunos también mencionaron el escándalo de somebody: “¿Y qué pasa con los amaños y trampas de somebody en China?”, señaló Alan Li.
Las opiniones estuvieron divididas, pero el tono general de la discusión muestra que los aficionados exigen mayor transparencia y sanciones más estrictas para restaurar la confianza en la escena.
Conclusión
Los casos de ALGO y de somebody demuestran una vez más que los esports atraviesan un punto de inflexión en la lucha contra el fraude. El amaño de partidos, las trampas y las derrotas intencionales ya no pueden quedar impunes. Solo una acción decisiva por parte de las organizaciones, junto con un fuerte apoyo de la comunidad, preservará la integridad de Counter-Strike como disciplina donde las victorias se logran gracias al talento y al trabajo duro — y no mediante esquemas “322”.
