El 15 de septiembre, la organización Falcons anunció oficialmente la plantilla de su equipo academia, Falcons Force, tras meses de pruebas. Lo que debía ser un nuevo paso para desarrollar la escena juvenil y una oportunidad para nuevos talentos se convirtió rápidamente en un escándalo: inmediatamente después del anuncio, el periodista puffin informó que el proyecto era un «ejemplo clásico de conflicto de intereses».
El núcleo del conflicto
Sources: Falcons Force Is A Classic Case Of Conflict Of Interest
Falcons Force has had mixed reactions with the announcement of the team on Sep 15th. However there is a glaring conflict of interest in the center of the project.
— puffin (@puffin_27) September 17, 2025
La controversia surge del hecho de que 3 de los 5 jugadores del quinteto titular de Falcons Force están representados por NEEVE.PRO, una agencia copropiedad del entrenador de la academia, Marco «NaToSaphiX» Pedersen. Él también fue el responsable de tomar las decisiones finales sobre la selección de jugadores.
La situación parece complicada. Por un lado, el entrenador del equipo influye directamente en quién consigue un puesto en la plantilla. Por otro, es copropietario de una agencia que cobra entre el 5 % y el 15 % de los salarios de los jugadores. Esto significa que cada contrato firmado aporta a NaToSaphiX no solo ingresos como entrenador, sino también comisiones de la agencia. Según algunas fuentes, el director deportivo de Falcons Esports, Jordan Savelli, estaba al tanto y aprobó este acuerdo, lo que solo alimentó aún más las críticas dentro de la comunidad.
Reacción de los medios y redes sociales
La historia fue revelada inicialmente por puffin, quien la publicó en Twitter y Substack. Su publicación superó las 148.000 visualizaciones y generó una tormenta de debate. Algunos miembros de la comunidad consideran que se trata de un claro conflicto de intereses, argumentando que el entrenador, en esencia, está promoviendo a sus propios clientes.
Otros señalan que NaToSaphiX siempre ha sido transparente sobre sus vínculos con NEEVE.PRO y que esto no debería tratarse como una «exposición sensacionalista». Algunos incluso afirman que la publicación de puffin fue un intento de desacreditar a Falcons y a la agencia sin proporcionar el contexto adecuado.
Varios comentaristas reconocidos también opinaron:
- Joe (@josephmarmalade) preguntó cuántos jugadores en el grupo inicial de pruebas provenían de NEEVE.PRO: «Si eran 60 de 70 candidatos, es una cosa; pero si eran solo 5, entonces la situación es mucho menos significativa».
- Zuri (@4zurii) comentó: «Me encanta trolear a Falcons, pero esto no es un problema real».
- Slamon (@bluestr1pe) recalcó que NaToSaphiX siempre ha sido transparente sobre sus vínculos comerciales y que no hay nada “impactante” aquí.
Argumentos en defensa

Miembros de la dirección también participaron en el debate. El usuario ManagerMarkus criticó el artículo de puffin, asegurando que estaba «lleno de acusaciones vacías y sin contexto». Según él, si el periodista hubiera investigado más a fondo, habría visto que no todos los jugadores estaban directamente vinculados a la agencia y que la historia se estaba presentando de una manera demasiado parcial.
Posibles consecuencias
El escándalo que rodea a Falcons Force plantea una cuestión importante para toda la industria de los esports: ¿pueden los entrenadores o managers dirigir simultáneamente negocios en agencias que representan a sus propios jugadores? Por un lado, esto genera riesgos para la equidad en la selección y abre la puerta a acusaciones de manipulación. Por otro, tales superposiciones no son raras en los esports, ya que muchos entrenadores y jugadores también están involucrados en emprendimientos comerciales.
Para Falcons, este asunto podría convertirse no solo en un golpe reputacional, sino también en un desafío en sus relaciones con los organizadores de torneos y patrocinadores. Si el conflicto de intereses se considera crítico, la organización corre el riesgo de enfrentar presiones adicionales tanto de la comunidad como de sus socios.
Conclusión
Falcons pretendían presentar su academia como un símbolo de fomento de jóvenes talentos, pero en cambio se encontraron atrapados en una tormenta de escándalo. A pesar de las declaraciones en defensa de NaToSaphiX, las acusaciones de conflicto de intereses probablemente persigan a Falcons Force durante un tiempo.
La pregunta clave ahora es: ¿puede la organización demostrar la transparencia de sus decisiones, o esta controversia seguirá siendo una mancha oscura en la reputación de su nuevo proyecto?